viernes, 9 de enero de 2009




Me acaba de venir a avisar mi marido de la tremenda nevada que está cayendo en Madrid y, "escopetada", he cerrado la tienda y me he ido a ver la tele aquí al lado. Precioso... precioso... precioso para verlo... lo de vivirlo ya es otra cosa. Pánico tengo a conducir con nieve desde una vez que me "pescó" y bien... Tuve que poner cadenas y aún así la carretera era una "anarquía total": camiones cruzados... coches parados... ¡no quiero recordarlo! y a mi derecha... ¡el precipicio! y yo con un "canguis" de mucho cuidado. La nieve es preciosa... para verla, relajadíta y tranquila, para fotografiarla... pero para conducir, andar, trabajar... ¡que me la quiten de delante!. No se me olvidará nunca aquella experiencia. ¡Mira tú por dónde hoy podría haber estrenado mi cámara en Madrid, en el Madrid de mis amores, donde conservo tantos amigos/as, no en vano he vivido allí muchísimos años!.

Luego escribo más. Ahora voy a ver si encuentro otros vídeos de la nevada.

Un besazo enorme.

CHELIS