lunes, 2 de marzo de 2009

Llamó a mi corazón, un claro día,
con un perfume de jazmín, el viento.
- A cambio de este aroma,
todo el aroma de tus rosas quiero.
- No tengo rosas; flores
en mi jardín no hay ya; todas han muerto.
Me llevaré los llantos de las fuentes,
las hojas amarillas y los mustios pétalos.
Y el viento huyó... Mi corazón sangraba...
Alma, ¿qué has hecho de tu pobre huerto?.

Hoy buscarás en vano
a tu dolor consuelo.
Lleváronse tus hadas
el lino de tus sueños.
Está la fuente muda,
y está marchito el huerto.
Hoy sólo quedan lágrimas
para llorar. No hay que llorar, ¡silencio!.




Estoy tan triste... tanto... tanto... por una ilusión perdída... que no tengo ni ganas de hablar, sólo tengo ganas de llorar y de escuchar música .

CHELIS