lunes, 9 de marzo de 2009

Bueno, ya descansé. Ayer me pasé casi toda la tarde durmiendo. Tumbada en el sofá intentando ver alguna película... pero no podía... se me cerraban los ojos y dormí y dormí. Hace días que tenía sueño atrasado. Sólo dispongo de un día a la semana para descansar un poco: el domingo (por la tarde). Pero el domingo pasado no descansé nada, me pasé todo el día en la Mesa Electoral. Esa noche no pude dormir con el disgusto que tenía, a la siguiente tampoco. Aparte tuve que ir al tanatorio... a un entierro... en fin, fueron varias cosas las que se juntaron. Pero ayer me "desquité" y dormí "a pierna suelta". Además es una gozada quedarse dormida en el sofá. Veréis: te acuestas en la cama y de repente te quedas dormida/o y no sabes cuándo, pero en el sofá es distinto: intentas abrir los ojos para ver la película y te das cuenta de que no puedes... se bajan los párpados y no los controlas, se te cae el mando a distancia que lo tenías en la mano, te entra una "modorra" impresionante y eres totalmente consciente de que te estás quedando dormida. Es una gozada. Esta sensación la descubrí hace relativamente poco, como unos cinco años. Antes nunca en mi vida me había dormido una siesta. Aunque a lo de ayer no se le puede llamar siesta... ¡fue un "siestorro". Luego a las nueve y media de la noche corre que te corre a casa de mis tías. La pobre estaba esperando que llegase para acostarse, una de ellas.

Inma, un día nos iremos de tapas por Lugo que me han dicho que están muy buenas. Todo el mundo me dice que para tapear: Lugo. Pero esperaremos a que empiece el buen tiempo... sin abrigos... sin paraguas... y con sol ¿vale?.

Y tú, Lolita, por qué demonio estás tan lejos?. Es que me gustaría que tú también vinieses. Nos sentaríamos en una terracita de la Plaza del Ayuntamiento, que se está de maravilla allí o en cualquier otro sitio. O nos íbamos al parque... recuerdo que de pequeña mi obsesión era arrancarle una pluma a algún pavo real.... una vez lo conseguí pero menuda... el pavo se enfadó y tuve que correr un montón que me perseguía..., o al club del Río Miño. O a cualquier pueblecito o aldeita de por allí cerca. ¡Que malas son las distancias!.

Bueno... un besiño y gracias Inma. Siempre me arrancas una sonrisa. Me gusta leerte.

Que os quiero.

CHELIS