jueves, 11 de febrero de 2010

Aquí estoy... al pie del cañón.

Aquí me tenéis.

Cambiaré hoy la foto del tren, espero acordarme. LOLITA, ¿te acuerdas que una vez te dije que cuando tenía doce años, trece, catorce... en verano, para ir a la playa y para atajar, me iba por el puente del tren. Pues ese es. El problema era que justo en ese momento pasase el tren, como me ocurrió unas cuántas veces. Por eso mis padres no me dejaban ir por ahí, de hecho en varias ocasiones estuve castigada. ¿Por dónde fuiste?... por el puente de hierro. Toma... castigo al canto. Entonces comprendí que no siempre se podía decir la verdad y aprendí a mentirles. Es que por el otro lado era muchísimo más largo el camino. O cómo cuando me preguntaban, ya con trece o catorce años, ¿fuiste a misa? (los domingos) y contestaba toda llena de razón: NO. Otra vez castigada... Así que volví a mentirles. ¿Fuiste a misa?. Síííí. ¿Y dónde estabas?... pues debajo del púlpito (creo que se llama así, no lo recuerdo bien, es dónde el cura sube y suelta los discursos). Es que desde aquí, y pegada a la escalerita, había muy poco ángulo de visión y no me podía ver, o no ver en este caso, casi nadie. La verdad es que los padres de entonces tenían una facilidad asombrosa para enseñarte a mentir. La de veces que habré estado castigada... si llegaba tarde cinco minutos, pero ya a los 18 años (que tenía que llegar a casa a las diez de la noche)me castigaban una semana sin salir. ¿Os imagináis lo que es estar una semana castigada, y en verano, a los dieciocho años?. Claro... en cuanto pasaba la semana y podía salir era como los toros cuando salen del toril... desmadrada y otra vez llegando tarde. Hasta que me aprendí el truco: estuve en casa de la tía Antoñita, etc. etc. Yo creo que al final me dejaron por imposible.

Pues esa foto era precisamente para enseñarle a LOLITA cómo era el puente. Por cierto... el día que la hice, en septiembre del 2009, iba tan tranquila por el puente y un señor que iba en sentido contrario me dice: pase rápido que está a punto de pasar el tren. Y me dio "canguis", así que me di mucha prisa y justo al terminar de pasar el puente oí el "silbato" del tren y esperé para hacerle una foto. Esa es la historia de la foto. Yo recuerdo que a los doce años cuando coincidía que pasaba el tren, me agarraba fuertemente a uno de los hierros del puente, miraba en sentido contrario al tren y cerraba con fuerza los ojos. Y una vez que el tren pasaba yo seguía mi camino. Pero la verdad es que era arriesgado. Lo que peor recuerdo, de más miedo, era el airecillo que soltaba el tren al ir a esa velocidad, que casi podía conmigo, que era muy delgadita. Otras veces dejaba la ropa abajo y cruzaba nadando hasta la playa y a veces si pasaba algún barquito de algún conocido, me cogía y me llevaba hasta la playa.

LOLITA: es que se me dan muy mal los idiomas. Creo que hablando no me entendería con el pavo real, así que me tomé la libertad de arrancarle la pluma sin su permiso y te puedo asegurar que nunca más lo volví a hacer, no me quedaron ganas. La carrera que me hizo dar el pavo real no la olvidaré en mi vida. Hasta me salí del parque y él seguía detrás, si me llega a "pescar" no sé lo qué me haría, menos mal que corría más que él.

Daros prisa y darle vuestras medidas a MERANA, que estoy viendo que nos vamos a quedar sin trajes. Os tiene que dar una muy buena noticia, yo ya la sé pero no puedo decir nada, se lo prometí.

MARINELA, ¿Tú te apuntas también a los Mosqueteros?.

ELBA: ¿Ya seguro que te operan en marzo?. Pues ya estoy deseando que lo hagan y así puedas escribir y leer bien, que ultimamente pareces un "telegrafista".

Bueno... muchos besiños a todas: LOLITA, ELBA, MERANA, MARINELA y MUXICA. Por cierto Muxica, buenísimo el vídeo de Get Back de los Beatles.

QUE OS QUIERO... NO LO OLVIDÉIS NUNCA.

CHELIS