martes, 3 de noviembre de 2009

Mi vecinito



Una vez, escuchando esta canción, me acordé de un vecinito de seis años que yo había tenido. En Madrid, en la calle Infanta Mercedes esquina Perón. El vivía en el 5º derecha y yo en el 5º izquierda (no recuerdo exactamente si era el quinto o el sexto). Bueno... el caso es que vivíamos uno frente a otro. Recuerdo que era muy tímido y muy lindo, con un pelo precioso y cada vez que me lo encontraba en el portal, en la calle o en el ascensor le tocaba el pelo y se lo revolvía. El me miraba, sonreía e inmediatamente bajaba la cabeza y se ponía colorado.

Yo tendría 18 años y él no más de 6. Estuvo viviendo con sus padres durante dos años, más o menos, en ese piso. Tenía otras dos hermanitas más pequeñas que él. Yo recuerdo que intentaba hablar con él pero no había forma, era sumamente tímido. Sólo sonreía y bajaba la cabeza.

Una vez recuerdo que llegué a casa y su madre estaba hablando con mi madre, en mi casa, y no recuerdo por qué pero salió el niño a "relucir". Recuerdo que le dije que era un encanto, muy tímido... Y me contestó: ¿tímido?, sólo contigo. Y me contó la historia que yo no conocía, haciendome prometer antes que yo nunca se la contaría a él.

Resulta que se sabía perfectamente mi vida, a qué hora llegaba, cómo iba vestida, a qué hora salía... El me esperaba todos los días en la terraza de su casa, o miraba a través de la ventana, me veía llegar e inmediatamente iba a coger una silla, la ponía al lado de la puerta, se subía y miraba por la "mirilla" y ahí esperaba hasta que yo salía del ascensor, entraba en mi casa y cerraba la puerta. Todo un caso de espionaje y yo sin enterarme. Y así se pasó meses y meses. Su madre al principio, según ella me contó, no sabía lo que su hijo se traía entre manos, hasta que lo descubrió y desde entonces se convirtió en su cómplice. Ella misma lo avisaba: que se va Chelis... y él corre que te corre a la terraza. Me contaba su madre que su hijo hasta le comentaba la ropa que yo llevaba y con cuál le gustaba más.

Su madre, al principio, le tomaba el pelo y le preguntaba ¿pero cuál es la que te gusta, ella o su hermana?. Y él muy serio le contestaba que Chelis, que la otra era muy chula, y que no le gustaba.

A los dos años o dos años y pico destinaron al padre, que era marino de guerra, a otra ciudad y recuerdo perfectamente el día de la despedida. Se abrazó a mi, la única vez, y lloró desconsoladamente y me repetía que no se quería ir de allí. Me hizo llorar.

Nunca más he vuelto a saber nada de él. No sé dónde vive, no sé nada de su vida, no sé si será feliz, no sé nada... Pero recuerdo perfectamente la carita de ese niño y recuerdo perfectamente esta bonita historia tan tierna.

Y al cabo de un tiempo, oyendo ésta canción, me acordé de ese niño y desde entonces, cada vez que la escucho, me acuerdo de su historia. Y a veces pienso que me gustaría encontrarlo y charlar con él. Qué él me explicase cómo se ve la historia a través de un niño de seis años,de seis a ocho, si todavía la recuerda o no.

Me decía la madre: "no te puedes imaginar la de besos que te ha dado. ¿Te acuerdas de aquella foto que nos hicimos todos juntos? pues con unas tijeras nos ha recortado a todos y sólo se ha quedado contigo y la coloca siempre debajo de la almohada". Y así dos añitos... ¡tiene su mérito!. A todo ésto el niñito "andará" ahora por los 46 o 47 años ¡todo un señor!.

Es una historia tierna y bonita, desde luego a mi me lo parece.

Un besiño a todos/as.

CHELIS